
Historia del cine en México
La historia del cine en nuestro
país es larga y compleja, después
de que este invento revolucionó a los europeos,
arribó a México en 1896; en aquel entonces
estabamos cobijados bajo el gobierno de Don Porfirio
Díaz, quien siempre trato de que el país
apareciera ante los extranjeros como una nación
altamente desarrollada, y de cierta forma lo estaba
logrando pues la aristocracia poco a poco lograba
destacar a nivel internacional por el lujo en que
vivía y lo refinado de sus costumbres. La crema
y nata de la sociedad solía reunirse en suntuosos
salones para departir alegremente al igual que los
europeos y la ciudad era una de las más modernas
del mundo ya que contaba con alumbrado público
y drenaje. Dadas estas condiciones, no era raro que
Díaz quisiera conocer ese aparato del que tanto
se hablaba.
La primera proyección se llevó a cabo
la tarde del 6 de agosto en el Castillo de Chapultepec,
logrando agradar al presidente y su familia. Después
tocaría el turno de la prensa y unos pocos
aristócratas, quienes felices acudieron ala
Drogueria de Plateros para prescenciar las primeras
vistas. Todo hacía suponer que el invento gozaba
de la aceptación del público, pero esto
no era del todo cierto; la clase más pudiente
de la sociedad por mucos años se nego a ser
participe de un evento tan “folklórico”
y falto de estética, no les gustaba la idea
de aparecer al mismo nivel que obreros, pugilistas
o cualquier otro que no fuera de su alcurnia. Las
damas de sociedad y sus respectivas familias preferían
pasar sus ratos de ocio en espectaculos que complacieran
sus sentidos como la ópera o el teatro.
Mucho
tiempo tuvo que pasar para que el cine pudiera conquistar
verdaderamente a los espectadores nacionales, de hecho
los especialistas coinciden en que el primer largometraje
que se llevó a cabo en México fué
“Fiestas presidenciales en Mérida”
(1906), en el Enrique Rosas documentaba una visita
del general Porfirio a la península de Yucatán.
El automóvil gris (1919) –igualmente
dirigida por Rosas- es considerada la película
más exitosa del cine mudo mexicano, sonorizada
hasta 1933 su éxito fué tal que todavía
algunos cines la proyectaron en los 70. Se trata de
un largometraje policiaco en donde los ladrones, robos
y asesinatos no pueden faltar.
El
cine empezó a cobrar tanta popularidad que
hasta los todos querían formar parte de él;
gracias a esto, el general Pancho Villa se convirtió
en un actor de cine cuando firmó un contrato
exclusivo con la empresa cinematográfica Mutual
Film Corporation. Por 25 mil dólares acordó
alejar de la escena de sus batallas a otras compañías
productoras que también las querían.
De igual forma se comprometió a luchar con
la luz del día siempre que fuese posible y
a reconstruir las escenas de las batallas, si las
tomas obtenidas no eran satisfactorias en el calor
del conflicto. En ese sentido Villa fue uno de los
principales explotadores de este medio de comunicación
para difundir su imagen. Incluso se dice que el general
llegó a “coregrafiar” la Batalla
de Celaya en función de la cámara de
cine.
De
este modo, la revolución Mexicana contribuyó
al desarrollo del cine en nuestro país. Por
circunstancias cronológicas, se trató
del primer gran acontecimiento histórico totalmente
documentado en cine; nunca antes un evento de tal
magnitud había sido registrado en movimiento
y Villa fue un protagonista.
La
“Epoca de Oro” fué gran promotora
del tequila y demás costumbres, actores de
la talla de Jorge Negrete, Pedro Armendáriz,
Pedro Infante, los hermanos Soler y tantos más,
celebraban en las películas los triunfos y
lloraban los fracasos abrazados a una botella, los
compositores vernáculos comenzaron a lanzar
infinidad de canciones dedicadas al tema, y el mundo
empezaba a creer que México era un país
habitado exclusivamente por hombres vestidos de charro
siempre con una la botella en la mano pelenado por
el amor de una virginal y sumisa mujer.
Se
necesito de mucha gente para lograr que el cine mexicano
lograra traspasar sus propias fronteras, entre los
abuelitos de esta industria podemos mencionar a los
siguientes:
·
Gabriel Viere, es considerado como el primer cineasta
de méxico. Llegó en tren a la capital
del país proveniente de Nueva York, a finales
de julio de 1896, con la misión de mostrar
el cinematógrafo de los hermanos Lumiere.
· Enrique Rosas, considerado el principal
director del cine mexicano en sus inicios, el material
que produjo se encuentra clasificado en un gran
número de filmografías elaboradas
sobre aquella época.
· Miguel Angel Contreras Torres, michoacano
calificado como un caso insólito de tesón
y perseverancia. Logró prolongrar su carrera
hasta 1964 y ser el único director mexicano
que se mantuvo firme en el tránsito entre
la época del cine mudo y el cine sonoro.
· Salvador Toscano, propablemente es el más
destacado hombre del cine mexicano de las primeras
dos décadas del siglo. Viajero inagotable,
mantuvo cines permanentes en dis-tintas ciudades
del país; es responsible de la primera compilación
sobre la Revolución Mexicana, la historia
de los eventos que sucedieron entre 1910 y 1912.