
La televisión
destruye sistemáticamente la diferencia entre
lo normal y lo anormal, porque en sus parámetros,
lo normal carece en sí de interés suficiente,
y siempre habrá entonces que enfrentarlo a
una alternativa. Su criterio no es la difusión
de los valores y los principios sino el provocar el
mayor impacto.
Spaemann, Robert
Hoy no salir en televisión es
un signo de elegancia.
Eco, Umberto